
Recibe más por menos
Su diseño simplificado significa que requiere un mantenimiento considerablemente menor que una RTG con motor diésel. En las aplicaciones típicas, la sustitución de una grúa diésel por la RTG E-One² Zero Emission puede ahorrar hasta 600 litros de aceite de motor al año. El sistema de potencia eléctrica elimina completamente la necesidad de mantenimiento en los componentes del motor, lo que se traduce en unas paradas mucho más breves y en menores costes de mantenimiento. En comparación con una RTG diésel, la RTG Kalmar E-One² Zero Emission genera unas emisiones un 90 por ciento menores.